Escrito por Sergio Rivas Isla. Psicólogo y Director de la Escuela Transdisciplinaria de Sexualidad.

En tiempos del cólera cívico y social, en tiempos convulsos donde se evidencia cada vez más la llamada “guerra cultural” entre sectores de la sociedad crecientemente polarizados y polarizantes, cobra más sentido aún el tema para este 2024 del Día Mundial de la Salud Sexual por la World Association for Sexual Health (WAS): Relaciones Positivas.

En palabras de la WAS, el Día Mundial de la Salud Sexual (el 04 de septiembre de cada año) busca promover la salud sexual, los Derechos Sexuales y los conceptos de justicia y placer en sexualidad, fomentando la educación constante, el diálogo, y la acción para continuar materializando avances en estas materias. Y este año, adicionalmente el foco está puesto en promover los aspectos positivos en todo tipo de relación, vínculo o relacionamiento.

Es un llamado a identificar qué aspectos podríamos considerar positivos en una relación (trasversalmente hablando, no sólo romántica-afectiva-sexual), cuáles de ellos podemos identificar y valorar en relaciones ya existentes con otras personas, en la relación con uno/a/e mismo/a/e, y en potenciales relaciones y vinculaciones a futuro. Dicho de otro modo, un llamado a las banderas verdes o “green flags” en lo social.

Pero el llamado no queda sólo ahí, sino que es una invitación a cuidar y cultivar estos aspectos en nuestras relaciones, comenzando por cómo se es consigo mismo/a/e y cómo se está siendo con y para otras personas. ¿Qué aspectos podríamos identificar como tales? Algunos ejemplos pueden ser la escucha activa, la apertura al diálogo y la reflexibilidad, la empatía y el buen trato transversalmente, el ser un espacio seguro, el apoyo mutuo, y tantos otros pilares éticos que pueden ser parte de un relacionamiento positivo y virtuoso.

Cabe señalar también lo interesante de entrelazar esta reflexión con una mirada inclusiva de las neurodiversidades y neurodivergencias, una temática que estamos estudiando y explorando como ETSex y que nos parece relevante darle visibilidad, pues no sólo es relevante destacar los aspectos positivos en la vinculación social, sino las diversas maneras de percibir, entender, comprender, integrar y relacionarse con lo social.

En este sentido, el paradigma de la neurodiversidad, el vernos y ver a otras personas como parte de un espectro neurodiverso, puede ser no sólo un tema de visibilidad emergente, sino una nueva base ética desde la cual abordar lo social, cómo funcionamos y cómo nos relacionamos, ejerciendo un uso más consciente de herramientas comunicacionales que nos podría hacer bastante bien como sociedad para la comunicación y comprensión mutuas, y por tanto para más relaciones positivas y virtuosas.

Si también te interesan estos temas, reflexiones y herramientas a desarrollar con un foco en aprender sobre neurodiversidades y neurodivergencias, te invitamos a nuestro curso que impartiremos próximamente. Más información aquí sobre el curso «Neurodivergencias y Sexualidad en la vida adulta – Septiembre 2024».

Y para más información sobre el Día Mundial de la Salud Sexual 2024, infografías y recursos afines, te invitamos a explorar los siguientes enlaces: